Escuché una conversación entre mediums, bien llamativa. Uno de ellos se encontraba bastante mal: un espíritu parece que lo tenía ocupado (a él; o sea, medio poseído). Este está amargado. El otro medium es una mujer que desde muy pronto en su vida fue medium. Muy buena traductora.

Ella le va a ayudar a él a deshacerse del inquilino que lo atormenta. Es un espíritu que se alimenta de la energía del tipo; un parásito.
Estos dos mediums se enzarzaron en una discusión sobre lo aceptable o no de que los espíritus nos obliguen a comunicarnos con ellos. El poseído consideraba que ella fue obligada siendo una niña a consagrarles la vida a ellos, ayudando en la intermediación con los vivos. Ella estaba muy indignada con esta observación, pues considera que optó por dedicarse a contactar con los muertos libremente.

Qué nivel avanzado, me pareció. A quién se le puede ocurrir discutir sobre violación de las leyes del más allá, o del mundo intermedio entre ambos. El medium varón de esta historia poco menos que les declararía la guerra o complot a los fantasma que quieren aparecerse. Él sorprendentemente está citando implícitamente la ley que prohibe a los muertos intentar comunicarse con los vivos.

Pero de dónde salió esa ley?

La ofensa qué significó para ella que él considere que los muertos se aprovechan de ella me hizo pensar que la razón por la que sería una ley esta restricción total de comunicación entre muertos y vivos es que los muertos jugarían con ventaja: los métodos de comunicación, las armas… que ellos usan no las conocemos. Usarlas, por ello, sería ruin.